Corría el fin de la década del 80 y el gigante verde de Marvel tenía problemas. Después de que John Byrne no pudiera terminar la historia que estaba construyendo por dificultades con Jim Shooter y que Al Milgrom no pudiera mantener el nivel, Bob Schrek le pidió al editor y (a veces guionista) Peter David que se hiciera cargo de Hulk.
David no quería escribir al personaje. Siendo su fuerte la construcción de diálogos la propuesta no era atractiva. Lo que si era atractiva era la posibilidad: tenía carta blanca para hacer lo que quisiera.
El gordo David agarró al personaje sin descuidar la continuidad establecida por los autores anteriores y volvió a cero sin volver a cero. ¿Cómo es posible? Utilizando los argumentos que habían quedado sueltos comenzó a construir un nuevo arco argumental que revitalizaría a Hulk y reintroduciendo al coloso en su versión gris solucionó el tema de los diálogos.
En los primeros tres tomos de la serie Vissionaries: Peter David - The Incredible Hulk vemos no solo como regresa el Hulk gris, si no también el retorno de Betty, los Hulkbusters y el siniestro Leader. Aparecen también Wolverine, Fantastic Four y un sorprendido Spider-Man. El arco argumental de Hulk en Las Vegas como Joe Fixit es una maravilla de la narración.
Con dibujos de Todd McFarlane calentando motores justo antes de pasar a Spider-Man y el menos interesante Jeff Purves, Hulk nunca estuvo mejor. Acción, humor, desarrollo psicológico e inclusive un par de momentos emocionantes que no caen en lo telenovelezco. Imperdible.
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